lunes

Humo, el del jardín

Historia 1 (La madre)

Nada es gratis en la vida… Cuarteto de Nos


Vino con la noche aunque no lo esperaba, parecía un cachorro enjaulado en las páginas de la memoria de alguien…o de nadie. Me hizo acordar a un perro lamiéndose las heridas…
Para tanto…? Seguro eso pensaría Vanesa, siempre tan al pedo que solo dice cosas cuando ya nadie quiere decirlas.
Pero lo mejor de todo…NO TUVE MIEDO, capaz que de puro inconsciente.
Cuando era chica mi papá siempre decía que el miedo era cosa de tontos y será que eso me quedó grabado en algún lugar de la memoria y por ahí descansa como idea encajonada…Dejémoslo así, mejor sigo contando mientras me desahogo.
Tenía ojos tristes como platos voladores y el pelo como gomaeva, de tan sucio se hubieran podido sembrar papas y capaz que algo brotaba. Igual, nada que no tuviera solución, en el corto plazo, porque el problema…era más grave.
No pude preguntarme a mi misma que iba a hacer con eso, ni paso por mi enrulada cabeza el pensamiento concreto de buscar salidas. Siempre la misma! -diría mi vieja-Incapaz de vivir en el mundo real (aunque a mi modesto entender la que siempre le buscó el pelo al huevo es ella)
A mi sólo se me ocurrió donde ubicarlo, lo demás lo dejé a resolver, en manos de otro mejor, total, a mí, que podía cambiarme?
Craso error, podía cambiar todo pero yo no lo sabía, siempre en mi mundo de mariposas de colores y páginas en blanco siempre listas para ser escritas.
Cuando empezó a hablar decidí ponerle nombre, total, lo que decía no se entendía nada. Le puse Humo porque tenía cara de. Se acostó a dormir en el almohadón del perro que estaba en el comedor diario desde que murió Toto, nuestro dálmata y no me preocupé por largo rato; había tanto que hacer que la verdad, ni ahí iba a perder mi tiempo en pensar demasiado cosas que después podían ser arregladas.
El tema fue cuando se despertó…Yo atareada con mis cosas ni bola que le dí y seguí en lo mío. Empezó gritando despacito hasta que el ruido se hizo casi insoportable. Intente aislarme pero igual el sonido chirriante que parecía salir de su garganta, o lo que fuera que tuviera, molestaba y molestaba cada vez más.
No sé muy bien por qué pero a medida que el sonido aumentaba la casa se fue poniendo cada vez más oscura, como si a la luz le costara entrar por los enormes ventanales.
No sabía muy bien qué hacer, si dejaba lo que estaba haciendo capaz que me encontraba con algo difícil de digerir, si seguía en lo mío…capaz se cansaba.
Pero no…El muy guacho seguía con ese sonido que sonaba cada vez más aterrador (sería por la falta de luz?)
Empecé a encender todo lo eléctrico para hacer más ruido que él.
De golpe, la cocina se llenó de sonidos familiares que peleaban unos con otros para ver quien tronaba más fuerte cual sinfonía de vayaasaberquienconnombrealeman en un baile elíptico de licuadoras, batidoras y la kenwood vieja de la abuela que más que aparato funcional era reliquia.
No logré nada, a más ruido mío, más chirrido de su parte.
Sentí su presencia cada vez más fuerte, casi respirándome en la espalda.
Aun así no me di vuelta, empecinada en no demostrar nada.
Un pedazo de su carne apenas toco mi cuello y sentí el peor frio de mi vida, más que aquella vez que Vanesa me saco la campera en la pista de patinaje y de puro cabeza me quede una hora más en el hielo.
Seguía sin darme vuelta, con el cuello tenso y la mirada bien fija hacia adelante. Mi mano se deslizo rápidamente hacia el rack de cuchillos que estaba frente a mis ojos. Con un manotazo rápido agarre el más grande y en un giro inesperado se lo clavé en el medio de esos enormes ojos tristes.
Quedó tirado en el piso de mosaicos de la cocina dejando un reguero de líquido azul verdoso.
Mientras veía como la vida se le iba la verdad me entró un poquito de lástima, parecía tan poca cosa ahí tirado…
La próxima vez no me pasa, ni loca, con solo una vez me basta (para muestra basta un botón como decía la tía Pocha) y encima ahora tener que limpiar todo el chiquero que quedó!
Lo metí en una bolsa de consorcio negra y la puse afuera para que se la llevara el camión de la basura de las 8 de la noche.
Mientras limpiaba el piso me agarré una bronca negra, maldito piso blanco, ni con lavandina le podía sacar las manchas! Me prometí a mi misma terminarla con el temita ese de la hospitalidad y la bondad humana.
La próxima vez que caiga algo del cielo en mi jardín, que lo ayude mongo, habrase visto!

Faltaba más.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente cuento de neto corte fantástico-existencial, plantea las problemáticas inherentes a la condición humana, como el absurdo de vivir, la significancia e insignificancia del ser, el eterno tema del tiempo, la libertad , la muerte y la realidad, ya sea física o metafísica. El relato busca a traves de ficciones, fantasías y personajes mítico-mágicos revelar lo que rodea al hombre, haciendo una descripción minuciosa del medio material y abstracto en el que se desenvuelve el individuo (existente), para que éste obtenga una comprensión propia y pueda dar sentido o encontrar una justificación a su existencia.
Espero ansioso la continuación de esta historia. Adelante Virginia !

Marijo dijo...

Si!!, como dijo anonimo, ta bueno el cuento!

Division Inmuebles Rurales dijo...

Maravillosa historia muy atrapante y creativa. Cuando publicas la continuacion ?

Anónimo dijo...

todos los dias me sorprendes mas y mas virginia, me gustaria escribir como vos.
Segui asi!!

Anónimo dijo...

Realismo mágico que invita a la imaginacion.

Virginia Prieto dijo...

Para Anónimo 1: gracias por tus palabras. Tu interpretación de la historia me mató!!!
Beso

Virginia Prieto dijo...

Para Marijó: Gracias!!! Cuando no encuentro comentario tuyo en mis blogs empiezo a preocuparme y pienso...donde andará mi más fiel seguidora? Beso grande

Virginia Prieto dijo...

Para anónimo 2: Gracias por lo que decís.Pero...capaz que escribís mejor que yo! animate y date a conocer y mandá algo. Mi mail está en mi perfil. Beso

Virginia Prieto dijo...

Para anónimo 3: La intención es esa, acercarme humildemente al realismo mágico. Gracias. Beso

Virginia Prieto dijo...

Para Gustavo: Cada 6 o 7 días más o menos. Gracias por tus palabras. Beso

Anónimo dijo...

el cuento es excelente, solo que al contenido magico tendrias que agregar el real ... sumado a la perversidad que tambien es real..

Virginia Prieto dijo...

me encantó tu comentario pero no se quien sos, me gustaria que te dieras a conocer

Neogeminis Mónica Frau dijo...

jejejeeje muy original tu relato!...con estilo propio. Me gusta.


saludos!

Virginia Prieto dijo...

neogeminis: gracias!

Preste Juan dijo...

Vaya, me he estado perdiendo a una autora muy interesante. Iré leyendo más, según me sea posible. El inicio ya me ha resultado impresionante.

sucedeque dijo...

Muy bueno el relato. Me atrapó desde el principio..Seguiré leyendo.
Un saludo. Iria L.

Virginia Prieto dijo...

muchas gracias!
está abandonado porque nunca me decidí a escribir el capítulo final